¿Para qué sirve una blockchain, además de las criptomonedas?

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Cuando piensas en blockchain, probablemente te imagines una criptomoneda como el Bitcoin. Y sí, las criptomonedas son una gran parte de la tecnología de cadena de bloques (ya hablamos de ello aquí). 

Pero las cadenas de bloques no son exclusivas del mundo de las criptomonedas. De hecho, algunas de las aplicaciones más interesantes de las blockchains no tienen nada que ver con el Bitcoin ni con ninguna otra criptomoneda. Descubramos juntos algunas de ellas.

Vamos a empezar una rápida introducción para aquellos que no están bien familiarizados con el tema. Una blockchain es un sistema en el que se registra información para que sea muy difícil o imposible modificar, piratear o manipular el sistema. En el ámbito de las criptomonedas, la cadena de bloques actúa esencialmente como un registro de transacciones que se multiplica y distribuye por toda la red de sistemas informáticos. La cadena de bloques aprovecha las características de una red informática de nodos y permite gestionar y actualizar un libro de contabilidad que contiene datos e información de forma abierta, compartida, segura y distribuida, sin necesidad de una entidad de control y verificación centralizada.

Contratos inteligentes

Los contratos inteligentes o smart contracts son una de las aplicaciones más prometedoras de la tecnología blockchain. Estos contratos son básicamente programas informáticos que pueden supervisar todos los aspectos de un acuerdo entre distintas partes, desde la mediación hasta la ejecución. 

En un contrato inteligente, dos partes (que pueden ser personas o empresas) tienen que acordar las condiciones, siguiendo una regla sencilla: "si sucede X, entonces ocurre Y". Si las condiciones se han cumplido y verificado, una red de ordenadores realiza las acciones requeridas, que pueden incluir el intercambio de dinero, acciones, etc. Cuando la transacción se completa, la cadena de bloques se actualiza. En este punto, la transacción no puede ser modificada, y sólo las partes a las que se les ha concedido permiso pueden ver los resultados. 

Supongamos que has reservado tus vacaciones de verano tras meses de aislamiento a causa del coronavirus. Después de casi dos años de vuelos cancelados, no confías plenamente en la compañía aérea, así que decides contratar un seguro de viaje. Tu seguro de viaje es tu contrato inteligente y está vinculado a la base de datos que registra el estado de los vuelos. En tu seguro de viaje, una de las condiciones establece que si tu vuelo se retrasa más de 2 horas, recibirás una compensación automática. Bueno, pues al final resulta que tu vuelo se retrasa 3 horas, y adivina qué pasa... ¡Exacto! Gracias a la tecnología blockchain, el contrato se ejecuta por sí mismo y recibes automáticamente la indemnización sin tener que preocuparte de perseguir a tu compañía de seguros. Y podrás darte un capricho con algo de dinero extra para tus vacaciones, que no viene mal. 

Si se cumplen todas las condiciones, este tipo de contratos pueden llegar a ser totalmente autosuficientes y autoejecutables. Los defensores de los contratos inteligentes defienden que estos ofrecen una alternativa segura y más automatizada, además de una ejecución más rápida y barata en comparación con los métodos convencionales del derecho contractual.

Las potenciales aplicaciones de la tecnología de los contratos inteligentes son básicamente ilimitadas y podrían extenderse a casi cualquier campo de los negocios en el que se aplique habitualmente el derecho contractual. Por supuesto, aunque ahora sean muy mediáticos, los contratos inteligentes no son un sustituto mágico de la diligencia de la vieja escuela. De hecho, el caso de la Organización Autónoma Descentralizada (DAO) ha sido una especie de advertencia para los inversores. 

Aun así, los contratos inteligentes se consideran una de las formas más interesantes en que la tecnología blockchain puede extenderse más allá del espacio de las criptomonedas.

 

Cadenas de suministro

Muchas empresas dependen de la solidez de sus cadenas de suministro, es decir, de los procesos y métodos necesarios para hacer llegar las mercancías físicas desde los proveedores hasta los clientes, a través de la empresa. La tecnología blockchain ya se ha utilizado en el pasado como herramienta para mantener las cadenas de suministro bajo control de forma eficiente. 

Por ejemplo, al contar con un registro inmutable y público de cada transacción, es posible rastrear una cosecha hasta la misma plantación donde se cultivó. Si se trata de un objeto reciclado, se puede utilizar la tecnología blockchain para averiguar qué era antes de ser reciclado, e incluso cuándo fue recogido por los servicios de recogida de basura. 

En un mundo en el que ser respetuoso con el medio ambiente es cada vez más importante, hacer un seguimiento de los recursos puede ayudarnos a saber más sobre las cosas que consumimos. En cadenas de suministro opacas, no es fácil saber si la camiseta que llevas puesta se ha producido utilizando prácticas laborales poco éticas o si el zumo de naranja que te estás bebiendo procede realmente de la agricultura ecológica.

Gestión de la identidad

El sentido de utilizar las cadenas de bloques está en que es muy difícil que alguien falsifique una entrada en ellas. Así que si, por ejemplo, tratamos de averiguar si alguien es quien dice ser realmente, la cadena de bloques puede ofrecer un espacio para almacenarlo que no puede ser falsificado

Como las cadenas de bloques están formadas por muchos nodos diferentes (básicamente ordenadores) y cada uno de esos nodos puede verificar la cadena por sí mismo, la información es segura.

En el caso de las criptomonedas, este tipo de verificación se utiliza para aprobar bloques de transacciones antes de que se añadan a la cadena. Pero este mecanismo puede aplicarse con la misma facilidad a otros procedimientos de verificación, incluida la verificación de la identidad. 

Supongamos que quieres abrir una cuenta en un banco. De la forma tradicional, tendrías que llevar varios documentos para demostrar quién eres. Pero, ¿qué pasaría si tuvieras un espacio en la cadena de bloques que todo el mundo pudiera ver, pero al que sólo tú pudieras acceder? Aquí es donde entran en juego la clave privada y la clave pública de las cadenas de bloques (si quieres saber más sobre cómo funcionan, lee nuestro artículo aquí). Todo el mundo puede ver que este bloque es el que contiene tu prueba de identidad, pero sólo tú tienes la clave privada para abrirlo. Tu banco podría pedirte que pongas una secuencia de texto específica en tu bloque de identidad, que ellos sepan que sólo tú puedes crear. De esta manera, puedes prescindir de los documentos y completar el proceso de verificación en segundos. 

Así que la tecnología blockchain tiene usos que van más allá de las criptomonedas. Aunque la tecnología no tenga realmente un impacto en sus inversiones en cripto, las empresas que están trabajando con estas tecnologías podrían cambiar la forma en que trabajamos, viajamos y hacemos acuerdos entre nosotros. Tanto si inviertes en criptomonedas como si no, merece la pena que sigas de cerca este sector en pleno desarrollo. 

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