Cómo hacer un presupuesto en una pandemia

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Hay momentos en los que hacer un presupuesto es más fácil y momentos en los que es más difícil. En ese sentido, una pandemia mundial probablemente no sea uno de los más fáciles. Las cifras récord de desempleo, el miedo constante y la incertidumbre se han convertido en sentimientos habituales durante el último año.

La pandemia también ha puesto al descubierto las desigualdades existentes en la sociedad y lo importante que puede ser tener ahorros. Hay formas de ahorrar, incluso durante una pandemia. Es posible que estos consejos no compensen haber perdido un trabajo, pero deberían ayudarte a iniciar tu viaje de ahorro.

Examina detenidamente tus gastos recurrentes

Independientemente de cuál sea tu situación actual, sin duda tu vida cotidiana ha cambiado como resultado de los confinamientos y las órdenes de trabajar desde casa. Si tu trabajo no está entre los que se consideran esenciales, es probable que ya no te desplaces. Además, muchos de los que íbamos al gimnasio ya no vamos.

Vale la pena echar un vistazo a todos tus gastos recurrentes y ver cuáles ya han dejado de ser útiles para ti. ¿No vas al gimnasio pero aún estás inscrito? Podría valer la pena cancelar o dejar por un tiempo esa inscripción. ¿Tienes una Bahncard en Alemania o una Carte Liberté en Francia? Es posible que debas renovarla pronto, lo que es una buena oportunidad para preguntarte si realmente viajarás lo suficiente como para que valga la pena.

La función de control de suscripciones de Vivid puede ayudarte a decidirlo: reconocerá los gastos recurrentes mensuales y te permitirá bloquear los cargos directamente desde la app. Sin embargo, vuelve a echar un vistazo más detenido para ver si puedes encontrar cargos trimestrales o anuales por cosas que ya no necesitas.

Vigila tu presupuesto de alimentos

Un resultado aparentemente poco probable de mi propia vida durante el confinamiento ha sido que gasto más en comida, a pesar de no ir a restaurantes. Ni siquiera lo noté hasta que recibí el desglose mensual en la app Vivid y vi los considerables gastos por cenar fuera y por comestibles. Me di cuenta de que los estaba duplicando: trabajar desde casa me hacía comprar más comestibles, ya que ahora tenía más tiempo para escabullirme a la hora del almuerzo e ir a la tienda de comestibles en lugar de comprar el almuerzo en la oficina. Pero también compraba mucha comida para llevar y me la hacía llevar a domicilio. El resultado fue una acumulación de comida en mi despensa y en mi nevera, que se estropeó, lo que supuso más gastos para mí.

Es posible que te encuentres en una situación similar o que estés haciendo algo completamente diferente, pero vale la pena que eches un vistazo a los gastos de comestibles y de comida para llevar. Lucha contra la tentación de almacenar alimentos, a menos que los vayas a cocinar, y no pidas comida a domicilio durante algunas semanas.

Pon dinero en un pocket de ahorros el día de cobro del sueldo

 

Existen diferentes filosofías sobre cómo y cuándo repartir los ahorros. A algunas personas les gusta ingresar en una cuenta de ahorros o un pocket lo que les queda a final del mes.

Intenta hacerlo al revés: comprométete a ahorrar una cantidad que creas realista —incluso 50 € o 100 € pueden suponer un ahorro— y, en cuanto recibas tu sueldo, ponlo en un pocket aparte que no toques a menos que se trate de una emergencia. Psicológicamente, te ayuda a ver la cantidad que te queda y a funcionar con ella, en lugar de mantenerla como una meta imaginaria para fin de mes.

Sobre todo, no seas demasiado exigente contigo mismo. Es un cliché decir que estos son tiempos extraordinarios, pero realmente lo son, y es importante recordar que estamos todos juntos en esto.