¿Recuerdas cuando Netflix era un servicio que entregaba DVD por correo? De hecho, la compañía tenía una larga trayectoria antes de convertirse en el gigante del entretenimiento y la transmisión en directo que es hoy. Actualmente, sería difícil encontrar a alguien que no tenga una suscripción a Netflix.
Pero ¿significa esto que deberías invertir en Netflix?
Si hubieras dicho que sí, e invertido 1000 $ hace diez años, en 2011, hoy tendrías más de 17.600 $. No obstante, como siempre ocurre con las acciones, el rendimiento pasado no es un indicador de rendimiento futuro.
Con eso en mente, echemos un vistazo a qué es lo que hace que este gigante del video funcione.
El modelo de negocio de Netflix es sorprendentemente simple, al menos a primera vista. Compra y produce contenido, al cual acceden los usuarios por el pago de una tarifa de suscripción mensual. No aludimos aquí al negocio de DVD (sí, todavía existe), porque solo genera unos ingresos de 200 millones de dólares de un total de 6000 millones.
Casi todo el dinero que gana Netflix proviene de estos suscriptores de pago. Para crecer, la empresa necesita hacer una de dos cosas: conseguir más suscriptores o aumentar el precio de la suscripción. La empresa hace regularmente ambas cosas.
El número de suscriptores es una de las métricas más importantes que los inversores miran en los informes de ganancias de Netflix. Indica si la empresa retiene a los suscriptores que ha adquirido y si obtiene más. Para hacerlo, la compañía invierte mucho en contenido original, es decir, series que solo puedes obtener en Netflix. En 2021, Netflix prometió lanzar al menos una gran película original por semana, una estrategia destinada a que la gente siguiera viendo contenido y regresando con regularidad. Un suscriptor que disfruta de una película una semana tiene menos probabilidades de cancelar su suscripción si sabe que hay otra película a la vuelta de la esquina.
Durante un tiempo, Netflix fue uno de los únicos nombres del sector de la transmisión en directo. Invertir en Netflix era básicamente apostar a que el mercado de la transmisión en directo de películas y televisión iba a crecer. No obstante, la cantidad de servicios de transmisión se ha disparado desde entonces. Grandes actores como Disney y Amazon han reforzado su oferta de contenido original, mientras que otras compañías como HBO han gastado mucho dinero en derechos exclusivos de antiguas series apreciadas.
Así pues, invertir en Netflix hoy en día no es solo una apuesta por el mercado de la transmisión en directo, sino una apuesta a que Netflix puede seguir diferenciándose en dicho mercado.
Esto se reduce a una cuestión de comportamiento del consumidor: ¿Quién ofrece las mejores series? ¿Quién tiene, según el consumidor, las mejores series? ¿A qué servicio se suscribe la gente para ver una serie en particular, en comparación con una amplia variedad de series? La respuesta puede cambiar rápidamente.
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