Puedo oír desde aquí cómo bostezas ante la idea de leer un post exclusivamente sobre impuestos. Y no podemos culparte. A veces parece que los impuestos estén hechos a propósito para ser complicados y aburridos. Pero como todo lo que es difícil y un poco aburrido, también puede tener su recompensa si pones un poco de esfuerzo.
Es probable que tu declaración de la renta 2020 sea diferente a cualquier otra que hayas hecho. Puede que hayas perdido tu trabajo o te hayan reducido las horas. Quizás has cambiado por completo de profesión, o te has hecho autónomo. Tal vez llevas todo un año trabajando desde casa. Sea como sea, hay algunos trucos que puedes utilizar este año para optimizar tu declaración de impuestos.
Ten en cuenta que esto no es una asesoría fiscal y que siempre deberías consultar las cuestiones importantes con un asesor. Estos son sólo consejos generales que quizás puedas aplicar en tu caso.
Durante la pandemia, muchos países han introducido significativas medidas legislativas con el objetivo de impulsar la economía mientras las tiendas cerraban y todos teníamos que estar confinados. Algunas de estas medidas se han extendido a los impuestos sobre la renta de las personas físicas, y es posible que puedas reclamarlas este año.
Por ejemplo, en Alemania aumentó la cantidad deducible por tener una oficina en casa, aunque los gastos tienen que superar un determinado umbral para que se note en la declaración. En España y Francia, se introdujeron medidas para permitir el aplazamiento de las deudas con la hacienda pública y se alargó el plazo para presentar la declaración.
Independientemente de dónde vivas, es probable que tu país te permita desgravar impuestos de tus donaciones a organizaciones humanitarias. Esto puede tener más impacto del que crees, especialmente si donas una cantidad fija cada mes. Para poder deducir tus donaciones, normalmente tienes que contribuir con una organización benéfica reconocida y ésta debe expedir una factura. Suelen enviarte la factura por correo o email una vez al año, poco antes del inicio de la campaña de la renta. Incluso donando 10 euros al mes todos los meses puede que te acaben devolviendo bastante dinero.
Las plusvalías (el dinero que ganas al invertir en acciones, bonos, ETFs, criptomonedas y otros muchos activos) son ingresos que forman parte de la base imponible en la declaración. ¿Pero qué pasaría si no tuvieras ganancias? ¿Si lo apostaste todo a Gamestop, vendiste en el momento equivocado y perdiste un montón de dinero? Entonces declararás pérdidas patrimoniales. En ocasiones, estas pérdidas pueden compensarse con las ganancias obtenidas o utilizarse para reducir la factura fiscal total.
Los detalles son más complejos. A veces las pérdidas se calculan aparte de las ganancias y otras veces en el mismo apartado, por lo que si esto se aplica a tu situación, lo mejor es que hables con un asesor fiscal. Dependiendo de la magnitud de tus pérdidas, podría ser muy útil para ti. En España, si tienes un balance negativo o minusvalía en tus pérdidas patrimoniales, podrías también compensar tus rendimientos del capital mobiliario.
Algunas personas, de forma voluntaria o no, se mudaron durante la pandemia. Si te mudaste por motivos laborales, esos gastos también podrían deducirse de tus impuestos. Es muy importante que guardes los recibos de todos los gastos: desde el coche que alquilaste hasta la empresa de mudanzas que contrataste y el trastero en el que guardaste para tus muebles. Si has tenido que pagar todo eso tú mismo, en algunos países podrías reclamar una parte en tus impuestos. Es España, es posible en algunos casos deducirse la hipoteca o reformas en tu vivienda habitual, incluso aunque sea de alquiler.
Si no habías considerado todo esto antes, ahora deberías tener en cuenta la diferencia en la cantidad de dinero que te pueden devolver por tu declaración de la renta según lo preparado que estés. En cierto modo, es injusto, porque te deberían devolver todo ese dinero, pero solo lo recibirás si lo reclamas. Por eso, es importante estar informado. Podría suponer una diferencia significativa en tus finanzas.