La mayoría de nosotros llamamos "googlear" a buscar algo en internet, "photoshopear" a editar nuestras fotos y “youtuber” a una persona que se gana la vida compartiendo sus vídeos. Estas marcas se han infiltrado e influido tanto en nuestras vidas que su nombre propio se ha convertido en uno genérico.
Pero, ¿por qué ocurre esto? ¿Es bueno para el negocio? ¿Y cuál podría ser la próxima empresa en entrar en el diccionario?
La manera en que hablamos cambia constantemente. Las palabras entran y salen de nuestro vocabulario, a menudo sin que nos demos cuenta. Ya no decimos "groovy" o "boombox", pero sabemos cuándo algo da "cringe" o qué es un "meme". El hecho de que una marca entre en el lenguaje coloquial forma parte de ese proceso natural. También es un reconocimiento de la importancia que esa marca ha adquirido en nuestras vidas.
Por ejemplo, Eugène Rimmel desarrolló en el siglo XIX la primera máscara de pestañas no tóxica. La empresa británica Rimmel se hizo célebre por este producto estrella, hasta tal punto que su nombre pasó a ser la denominación común para este producto en muchos idiomas: francés, italiano, portugués, persa y turco, además del español. De hecho, la palabra “rímel” está incluída en el diccionario de la RAE.
En Estados Unidos, la empresa Hoover dominó el mercado de las aspiradoras hasta tal punto que el término "hoover" se convirtió en la denominación común para las aspiradoras en inglés. Esto ayudó enormemente a la exposición de la empresa: cada vez que alguien hablaba de la limpieza de su casa, estaba haciendo marketing gratuito para Hoover. Hoover se beneficiaba del valor de marca o brand equity, una forma de medir el valor del nombre de una empresa. Las marcas con un alto brand equity pueden cobrar más por sus productos, porque la gente los asocia con calidad.
El ejemplo más famoso es Google. La empresa se ganó la simpatía de todo el mundo gracias a su algoritmo de búsqueda avanzado, que se centra en la popularidad de los sitios y no en la simple coincidencia de palabras clave. Esto permitió al gigante tecnológico construir una marca asociada a resultados de calidad y facilidad de uso. Al poco tiempo, Google se convirtió en el líder del mercado de los motores de búsqueda y "googlear" pasó a ser un término muy utilizado, creando una valiosa reputación a través del boca a boca (esto se podía ver en la cultura pop a principios de la década de 2000) que aseguró a la empresa un dominio constante. El verbo "google" se incluyó en el Diccionario de Oxford en 2006.
En resumen, cuando las marcas pasan a ser palabras comunes, se traduce directamente en lo que hace la marca e indica que el producto ha sido ampliamente aceptado por el público general. Este uso cotidiano fomenta una conexión emocional y, como todos sabemos, las emociones impulsan la toma de decisiones.
Es difícil predecir cuál será la próxima marca que se convierta en una palabra común. Es un proceso natural y los intentos de forzarlo generalmente han fracasado.
Pero hay empresas que empiezan a utilizarse cada vez en la vida cotidiana. La RAE ya ha aceptado palabras como “tuit”, “tuitear” y “tuitero”, y unos candidatos con posibilidades podrían ser “wasapear'' o “guasapear”.
La primera versión de Whatsapp se lanzó en 2009, hace 12 años, y hoy en día es difícil encontrar a alguien que no utilice esta aplicación de mensajería gratuita. Facebook adquirió la empresa en febrero de 2014 por unos 19.300 millones de dólares. Actualmente tiene más de 2.000 millones de usuarios.
El mundo del trabajo y la forma en que interactuamos con él han cambiado drásticamente. La creciente digitalización ha dado lugar a espacios de trabajo descentralizados y todos sabemos que, para alcanzar sus objetivos, requiere una tecnología innovadora.
Al igual que Rimmel y Twitter, Whatsapp también es una marca que podría tener el potencial de alcanzar el estatus de palabra aceptada por los académicos. Vivimos en un mundo en el que una comunicación ágil e inmediata es indispensable y los consumidores eligen opciones basadas en esto. Whatsapp tiene algunos competidores en el mercado, como Telegram, pero ninguno de ellos tiene todavía el calado de la marca de Whatsapp. Veremos si eso significa que enviar mensajes instantáneos con esta aplicación tiene su propia terminología oficial .