¿Debería invertir en blue chips?
Cuando empiezas a invertir, decidir en qué empresas comprar acciones es como elegir un plato dentro de un menú muy largo en un idioma extranjero. Lo más sencillo es pedir la especialidad o el plato más popular.
El equivalente en el caso de las acciones serían las blue chips. En finanzas, las blue chips son las empresas más valiosas del mercado. Este nombre proviene del póquer, porque el azul es el color de las fichas de juego con mayor valor. Si eres un inversor principiante, las acciones blue chip pueden ser un buen punto de partida para tu cartera. Explicamos por qué.
¿Qué son exactamente las blue chips y por qué deberían interesarme?
No existe una lista formal de blue chips, ni criterios claramente definidos, pero tienen en común que son empresas con un crecimiento estable y duradero y una capitalización de mercado que suele ser superior a 10.000 millones de dólares. En caso de que no lo sepas, la capitalización bursátil es el valor total de todas las acciones de una empresa (para las large-caps o empresas de gran capitalización, suele ser de varios miles de millones).
Las blue chips se consideran dignas de confianza porque llevan décadas en la bolsa y gestionan su dinero de forma responsable. Normalmente, no van a necesitar una ampliación de capital para realizar grandes inversiones porque ya han crecido. Además, sus productos y servicios suelen ser conocidos y tienen buena reputación, lo que les convierte en líderes dentro de sus sectores.
La ventaja de las blue chips para ti como inversor es que tienden a mantener su valor con el tiempo. Es poco probable que quiebren y, en caso de crisis, suelen ser más resistentes y recuperarse mejor. Y lo que es más importante, la mayoría de las blue chips pagan dividendos regularmente.
Se trata de inversiones a largo plazo y, por lo general, requieren que mantengas tu dinero invertido entre 5 y 10 años para obtener beneficios. Ten en cuenta también que es importante diversificar tu cartera adquiriendo acciones de diferentes empresas, incluidas las de mediana y pequeña capitalización. Por último, piensa que, aunque se consideren más resilientes, una crisis también puede afectar a las blue chips. Vimos algunos ejemplos en la crisis financiera de 2008, en la que quebraron empresas grandes y consolidadas como Lehman Brothers.
Algunos ejemplos habituales son Coca-Cola, Walt Disney o Johnson & Johnson en Estados Unidos, y L'Oreal, Siemens o Telefónica en Europa.
Blue chips vs. Big Tech
Además de las blue chips, hay otras empresas con gran capitalización bursátil que también deberías tener en cuenta, aunque sólo llevan unas décadas en bolsa. Nos referimos a las mayores empresas tecnológicas de EE.UU., que tienen su propio acrónimo: FAAMG (o GAFAM). Se trata de Facebook, Amazon, Apple, Microsoft y Google (de Alphabet).
Originalmente, el término era "FANG" (Facebook, Amazon, Netflix y Google). Apple se añadió un poco más tarde y pasó a ser "FAANG". En el momento en que se acuñó el acrónimo, Microsoft no rendía al nivel que las demás, pero desde 2014 la situación cambió drásticamente y ahora su valor se ha cuadruplicado. Así que sustituyó a Netflix, cuya capitalización de mercado es pequeña en comparación con las otras cinco.
Para entender la importancia de las Big Five, tenemos que hacernos una idea de su tamaño. El índice S&P 500 se basa en 500 empresas de las principales bolsas estadounidenses, NYSE y NASDAQ. A pesar de que las cinco empresas FAAMG sólo representan el 1%, poseen el 13% del valor de todo el índice y obtienen más de un tercio del total de sus rendimientos.
Así que, cuando los precios de las acciones FAAMG suben o bajan, pueden mover un índice entero como el S&P 500, e incluso toda la economía.
Blue chips vs. ETFs
Las blue chips y los ETFs pueden seguir las mismas tendencias y ofrecer dividendos similares por la misma cantidad de dinero invertida. Entonces, ¿cuál te conviene más? Profundicemos en sus diferencias.
Invertir en un ETF que sigue un índice significa diversificar en un montón de empresas diferentes, por lo que suele ser más seguro y fácil para los principiantes en trading. La inversión en empresas de manera individual puede tener más riesgos potenciales: por un lado, por el funcionamiento de la propia empresa y, por otro, por el sector en el que compite. Los ETF, sin embargo, sólo se ven afectados por los problemas sistémicos que influyen a todo el mercado. Una empresa puede quebrar, pero eso no hará que todo un índice se vaya a la bancarrota de manera inmediata.
Una buena opción es crear una cartera diversificada de blue chips, en la que las posibles pérdidas que tengas con una empresa pueden cubrirse con las ganancias de otra.
Muchos ETFs están compuestos por blue chips. El SPDR Euro Stoxx 50 ETF, por ejemplo, contiene los 50 mayores valores de la zona euro, entre ellos: Total SE, Allianz SE, L'Oreal SA o Siemens AG.
El pocket de inversiones en tu app Vivid te ofrece más de 1000 acciones y ETFs, entre ellas una gran selección de blue chips, en las que puedes empezar a invertir desde 0,01 euros.
No es vital saber si una empresa se considera blue chip o no. Pero es recomendable dedicar tiempo a investigar un poco. ¿Cuánto tiempo lleva la empresa en el mercado? ¿Les está yendo bien ahora? ¿Cómo de generosos son sus dividendos? Si al invertir, como en cualquier ámbito de la vida, estableces unas expectativas adecuadas, puedes ahorrarte frustraciones –y, por supuesto, dinero.
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