El verano se acerca y, con él, la temporada de competiciones deportivas internacionales. Entre la Eurocopa de fútbol, la Copa América en Sudamérica y los Juegos Olímpicos de Tokio, los próximos meses serán muy ajetreados para atletas y aficionados. Si hablamos de competición deportiva, también tenemos que mencionar equipamiento deportivo y una marca pretende aprovechar este momento para asentar su posición dominante en el mercado: Nike.
La marca del swoosh estará presente en la equipación oficial de 9 de las 24 selecciones nacionales que participan en la Eurocopa 2020 (sí, la que se celebra en... 2021) y en el calzado de 320 de los jugadores que participan en el torneo (el 52% del total).
Así que sí, la firma americana viste a la mayoría de los deportistas. Además, es muy probable que tú también tengas alguna de sus prendas en tu armario. Pero, ¿merece la pena invertir en Nike?
Hasta ahora esta hubiera sido una estrategia eficaz. Si hubieras invertido 1.000 euros en el gigante de la moda deportiva a principios de 2010, hoy tendrías unos 8.370 euros. A modo de comparación, la misma cantidad invertida durante el mismo periodo en el índice de referencia estadounidense, el S&P 500, te habría hecho ganar unos 3.700 euros. Pero aunque Nike ha dado resultados mucho mejores que la mayoría de las empresas estadounidenses en la última década, la evolución de su cotización en los últimos tiempos es algo peor. En el último año, las acciones de la empresa han subido un 35% frente al 38,5% del índice S&P 500.
Creada en 1964 por Bill Bowerman y Philip Knight en Estados Unidos, la firma con sede en Oregón comenzó llamándose Blue Ribbon Sports y se especializó en calzado para atletismo. En 1971, la empresa cambió su nombre por el de Nike, inspirado en la diosa griega de la victoria. Fue entonces cuando la empresa adoptó su famoso logotipo. El mítico swoosh fue diseñado por una estudiante de artes gráficas, Carolyn Davidson, por la módica cantidad de 35 dólares. En aquel momento, Philip Knight no estaba convencido, pero aun así decidió utilizarlo porque no quería gastar más dinero en su logotipo. Durante los años 70, Nike fue arañando cuotas de mercado a los gigantes del calzado del momento, que eran Adidas y Reebok. La marca americana llegó a ser el número 1 del calzado deportivo en Estados Unidos en 1981 y aprovechó para salir a bolsa ese mismo año.
Poco a poco, Nike decidió dejar de centrarse exclusivamente en el atletismo y empezó a apostar por otros deportes. En 1984, la empresa se alió con el jugador de baloncesto Michael Jordan y creó la marca Jordan. Esto representó un gran hito en la historia de la firma del swoosh, que aprovechó la popularidad mundial del icono del baloncesto para entrar en el inconsciente colectivo. Desde entonces, Nike no ha cedido su posición de liderazgo en el mercado del calzado deportivo, ampliando su gama de equipación deportiva a otras muchas disciplinas como el fútbol, el hockey sobre hielo, el rugby o incluso el ciclismo. La marca además empezó a ganarse la simpatía de los fashionistas y sus zapatillas pasaron de ser una prenda puramente deportiva a ser concebidas como accesorios de moda.
Originalmente dirigida sólo al mercado estadounidense, Nike se ha convertido en una empresa global a lo largo de las décadas. Y para conocer un poco más el origen de sus ingresos, nada más fácil que bucear en nuestro documento favorito, su informe de ganancias.
En la actualidad, Nike obtiene el 47% de sus ingresos en Norteamérica. Si bien la firma está presente en todo el mundo, está viviendo un auge especialmente importante en China, donde sus ingresos trimestrales pasaron de 556 millones de dólares a finales de febrero de 2020 a 973 millones en el mismo periodo un año después, es decir, ¡un aumento de casi el 75%! Al igual que marcas de lujo como LVMH, la compañía estadounidense intenta aprovechar el boom económico chino para impulsar sus ingresos y está liderando una feroz batalla en este mercado con su principal competidor, Adidas, cuyas ventas netas en China han aumentado un 151% en el mismo periodo según su informe de ganancias.
Aunque Nike ha diversificado su gama de productos y ahora también vende otros tipos de equipación deportiva, el calzado sigue siendo con diferencia su principal fuente de ingresos. De los casi 10.000 millones de dólares ganados por la firma en el primer trimestre de 2021, cerca de dos tercios proceden de las ventas de calzado deportivo y otras zapatillas.
El principal competidor de Nike en el mercado del equipamiento deportivo es, obviamente, Adidas. Las dos empresas mantienen una lucha encarnizada que se traduce en una serie de innovaciones técnicas y contratos de patrocinio firmados con los mejores atletas del mundo. Pero, ¿cuál es su situación en los mercados?
Desde principios de año, a la empresa estadounidense no le está yendo tan bien como a su competidor alemán, ya que su cotización ha perdido casi un 7%, mientras que la de Adidas se ha mantenido casi igual. Y lo que es peor, según las últimas proyecciones, Nike podría no cumplir los objetivos marcados para el segundo trimestre de 2021, algo que comprobaremos cuando la empresa publique su próximo informe de ganancias el 24 de junio.
¿Significa esto que no debería invertir en Nike? No necesariamente. Según los analistas, el precio de la acción está actualmente infravalorado y la gran mayoría de ellos dan una calificación de "comprar" a la empresa. Recuerda que pueden estar equivocados, pero esto representa el promedio de todas sus calificaciones.
Al final, invertir en Nike significa apostar por si la empresa mantendrá o no su posición dominante en el mercado del equipamiento deportivo y, sobre todo, por quién ganará la batalla en China.
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