Tu vida está dominada por Amazon. Incluso si no realizas un pedido en la tienda web, es posible que veas series en su servicio de transmisión Amazon Prime o escuches audiolibros utilizando su servicio Audible. O tal vez uses Netflix, LinkedIn o Slack, que se ejecutan en la plataforma AWS de Amazon. Sea como sea, no pasa un día sin que utilices un servicio de Amazon.
¿Se podría decir lo mismo de tu cartera de acciones?
Hasta ahora, habría sido una buena estrategia. Una inversión de 1000 $ en Amazon a principios de 2010 valdría más de 23 000 $ en la actualidad. En cambio, una inversión en el índice S&P 500 durante el mismo tiempo te aportaría algo menos de 3000 $.
Sin embargo, el rendimiento pasado no es un indicador de éxito futuro. Así que analicemos cómo funciona Amazon.
Una inversión a largo plazo en Amazon es, en esencia, una apuesta a que una de las mayores empresas del mundo puede seguir dominando los segmentos de mercado en los que está activa, así como expandirse a otros nuevos.
Para Amazon, eso supone mirar tanto los negocios existentes como los posibles nuevos emprendimientos. Obviamente, la parte del negocio que domina es la de compras en línea, y aún más desde la pandemia del coronavirus, ya que la gente ha cambiado sus hábitos de ese tipo compra.
No obstante, no es el negocio minorista el que genera la mayor parte de los beneficios de Amazon. Ese honor está reservado a la división Amazon Web Services, menos comprendida, que alquila espacio de servidor y energía a personas y empresas, lo que les permite ofrecer todo tipo de servicios, desde alojar sitios web hasta ejecutar Netflix en su totalidad (sí, Netflix se ejecuta en AWS). Amazon fue uno de los primeros en entrar en el espacio de informática en la nube, y esa división ahora genera más de la mitad de todos los beneficios de la compañía.
Para seguir prosperando, Amazon tendría que defenderse de la feroz competencia en el sector minorista de empresas como Walmart y eBay, pero también, en el sector de la informática en la nube, de la de empresas como IBM y la plataforma Azure de Microsoft.
Luego están los negocios en los que Amazon aún no se ha metido. Con su tamaño y su enorme plataforma, podría entrar fácilmente en un mercado y dominarlo por su tamaño y poder adquisitivo. Los inversores han estado especulando sobre los posibles sectores que podrían verse afectados durante años por Amazon.
Hace tres años, la respuesta parecía clara, cuando la compañía anunció que iba a iniciar una empresa conjunta de asistencia sanitaria con Berkshire Hathaway, de Warren Buffett, y el banco de inversión JPMorgan Chase. El día en que se anunció, las acciones del sector sanitario de EE. UU. cayeron, ya que los inversores especularon que estaban a punto de sucumbir al peso de Amazon.
Sin embargo, la empresa nunca llegó a ninguna parte y se cerró en enero de 2021, lo que demuestra que el dominio en uno o incluso varios sectores no garantiza el éxito. Tenlo en cuenta cuando tomes una decisión.
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