5 de los mayores escándalos de Credit Suisse
Credit Suisse es un banco único en su especie. Siempre están al borde del escándalo y tienen problemas constantes con el cumplimiento de la ley. Uno de los sucesos más recientes llevó al banco a ser investigado por decir a sus inversores que «destruyeran documentos» relacionados con préstamos de yates de oligarcas rusos. En una ocasión anterior, una extraordinaria filtración de datos sacó a relucir que el banco guardaba cientos de millones de dólares de clientes involucrados en el narcotráfico, la corrupción, el blanqueo de dinero, la tortura y otros delitos graves. La filtración de datos fue orquestada por una persona que pasó información sobre las cuentas bancarias al periódico alemán Sueddeutsche Zeitung. El periódico la envió al Proyecto de Denuncia de la Corrupción y el Crimen Organizado (OCCRP por sus siglas en inglés), el cual reagrupa otras 46 organizaciones de prensa entre las que se encuentran The New York Times, The Guardian y Le Monde.
Estas investigaciones son solo las más recientes en una larguísima hilera de escándalos, así que hemos decidido indagar un poco más y contarte cinco de los mayores escándalos del banco durante las últimas décadas. Prepara las palomitas.
1986: Nombres falsos para Ferdinand e Imelda Marcos
Sí, has leído bien. Al parecer, Credit Suisse abrió cuentas bancarias para el presidente y la primera dama de Filipinas empleando los nombres falsos Williams Saunders y Jane Ryan para evitar la vigilancia excesiva. El banco ayudó a la pareja presidencial a ocultar miles de millones de dólares que robaron del pueblo filipino. Aún no puedo comprenderlo, especialmente cuando pienso que la cifra aproximada que la pareja guardó en el banco suizo es de entre 5 000 y 10 000 millones de dólares. Desde luego, no estamos hablando de poca cosa.
1999: La «shredding party» de Tokio
Algunas personas empleadas de Credit Suisse celebraron una «shredding party» (o «fiesta de triturado de papel») en Tokio y, como consecuencia, perdieron la licencia bancaria de la empresa. Por si no sabes lo que es una «shredding party», básicamente consiste en que un grupo de gente se junta para destruir documentos que podrían ser problemáticos por el motivo que sea. Las autoridades japonesas multaron a Credit Suisse tras descubrir que su plantilla había destruido pruebas relacionadas con una investigación que trataba de comprobar si la entidad estaba dando apoyo a empresas para ocultar sus pérdidas. Desde entonces, el banco ha recuperado su licencia y se despidió a quienes participaron en la fiesta.
2000: Sani Abacha
El líder militar nigeriano Sani Abacha robó millones y millones de dólares a su país y a su pueblo. ¿Adivinas dónde acumuló todos esos fondos? Seguro que ya te lo imaginas. La Comisión Federal de Banca Suiza sancionó a Credit Suisse por aceptar unos 214 millones de dólares en fondos derivados de la corrupción del dictador militar nigeriano en la década de 1990. Al parecer, nadie en el banco sabía que sus dos hijos eran personas con conexiones políticas.
2004: Yakuza
Volvemos a Japón. Corre el año 2004 y un antiguo banquero de Credit Suisse es arrestado por presunta ayuda a una red internacional de blanqueo de dinero. Se acusaba al banquero de haber blanqueado 4 600 millones de yenes (42,2 millones de dólares) recaudados de usureros mediante la compra de bonos con descuento y su cobro a través de una empresa de valores japonesa. Finalmente quedó absuelto porque desconocía la procedencia de los fondos. Menudo pillo este Yakuza.
2019: Cocaína búlgara
Parece que Credit Suisse tiene serios problemas para entender la verdadera identidad de sus clientes. La fiscalía suiza emitió una acusación contra Credit Suisse por no realizar los controles adecuados a sus clientes e investigar el origen de unos fondos vinculados a una red búlgara de narcotráfico. Al parecer, el banco blanqueó al menos 146 millones de dólares a través de cuentas entre 2004 y 2008. Este caso es enorme, y el proceso penal oficial empezó recientemente, en febrero de 2022. Es el primer proceso penal contra un banco suizo en la historia del país.
Además, a esta lista se puede añadir la evasión de impuestos en varios países, la falsificación de firmas de clientes por parte de banqueros para desviar fondos y hacer apuestas en bolsa sin su conocimiento, tramas de corrupción en Hong Kong, escándalos de espionaje corporativo, y muchas cosas más. Esta serie de escándalos incluso ha llevado al Partido Popular Europeo (EPP), la mayor agrupación política del parlamento europeo, a pedir a la UE que revise su relación con Suiza y valore la posibilidad de añadirla a la lista de países asociados con un alto riesgo de delitos financieros.
No a todo el mundo le gustan los bancos, pero son casi indispensables en el sistema en que vivimos. Los necesitamos para guardar nuestro dinero a buen recaudo, para invertirlo, para que nos presten dinero... así que no es fácil imaginar un mundo sin ellos. A lo largo de los años, se han aprobado muchas leyes para protegernos y ayudar a los bancos a ser lo más transparentes posible, pero, tal y como vemos en un caso como el de Credit Suisse, a veces no es suficiente. No es de extrañar que la gente se quede pasmada al oír las listas interminables de polémicas y escándalos en los que el banco se ha visto envuelto. ¿Es esto lo que el mundo moderno necesitaba para cambiar el sistema bancario? Supongo que lo único que nos queda es esperar y ver.