¿Has puesto alguna vez las noticias para escuchar una noticia sobre cambios de los tipos de interés por parte de los bancos? Parece importante para gente que se dedica al mundo de las finanzas, pero ¿qué pasa con el resto?
La realidad es que los tipos de interés afectan a tu vida de muchas maneras, no sólo directamente, sino también indirectamente si inviertes, o incluso como consumidor. Puede marcar la diferencia en el precio de tu compra de alimentación, en el rendimiento de tu cartera de inversiones o en si puedes permitirte comprar un coche o una casa.
Así que vamos a explicar cómo y por qué te afectan los tipos de interés exactamente.
Los tipos de interés los fijan los bancos centrales. A diferencia de los bancos que conoces, en los que depositas y retiras tu dinero, los bancos centrales son los encargados de decidir la política monetaria de un país o grupo de países. En Europa, tenemos el Banco Central Europeo, que decide cuántos euros se fabrican y cuál es el tipo de interés para toda la Unión Europea.
El tipo de interés que fija un banco central no es el mismo que el que se paga al pedir un préstamo, pero están relacionados. Éste se llama tipo de interés oficial. En realidad, los bancos centrales fijan más de un tipo, pero por ahora lo único que te interesa saber es que fijan tipos y el resto de la economía les presta atención.
Estas decisiones se toman cada mes, pero es habitual que los bancos no hagan ningún cambio en los tipos de interés. Un cambio suele ser un gran acontecimiento y la prensa económica informa ampliamente sobre él.
¿Por qué lo hacen? La respuesta corta es por la inflación y el desempleo. Para entenderlo, veamos primero cómo repercuten los tipos de interés oficiales en el resto de la economía.
Los tipos de interés fijados por los bancos centrales deciden cuánto les cuesta a los bancos prestar e ingresar dinero. Y esto, a su vez, decide lo barato o lo caro que va a ser para las empresas hacer lo mismo. Imagínatelo así: prestas 20 euros a un amigo y le dices que quieres que te devuelva 21 euros a final de mes. Éste le presta los 20 euros a otro amigo y, a su vez, le dice que quiere 22, para que devolverte los 21 y obtener beneficios. Esto se sigue repitiendo en una cadena y cada vez se hace un poco más caro para quien pide el préstamo.
Así es como los tipos de interés oficiales fijados por los bancos centrales influyen en casi todos los demás tipos de interés que ofrecen bancos y empresas. Por ejemplo, un banco que ofrece hipotecas puede te puede proponer un tipo de interés preferencial (el tipo de interés oficial del banco central) + 0,5 puntos porcentuales. Todo, desde las tarjetas de crédito hasta los tipos de interés de los préstamos bancarios, se calcula utilizando los tipos del banco central.
Otro ejemplo: un banco puede ofrecer a una empresa un préstamo con un tipo de interés ligeramente superior al interés oficial. Esa empresa puede utilizar el dinero prestado para comprar más equipos o contratar más personal. Cuanto más bajo sea el tipo de interés, más equipos y empleados podrá permitirse.
Y ahí es donde llegamos a cómo los bancos centrales intentan controlar el desempleo. Resulta que la política monetaria (las decisiones de los bancos centrales) puede tener un gran impacto en las decisiones en materia de contratación del sector privado. Cuanto más dinero barato fluye, más fácil es gastarlo.
Pero esa no es la única forma en que te afectan los tipos de interés. La otra es la inflación. Si no estás familiarizado, la inflación es la rapidez con la que las cosas se encarecen. El precio de una barra de pan, por ejemplo, aumenta un poco cada año. Puede que no parezca mucho, pero incluso un aumento del 2%, se acaba notando a lo largo de los años.
Esto ocurre cuando la gente gasta más: cuanto más se gasta, más caras son las cosas.
Ya puedes ver a dónde va esto. Los bancos centrales pueden intervenir en este proceso subiendo los tipos de interés. Hacer que pedir dinero prestado sea más caro tiende a promover que la gente gaste menos, lo que mantiene la inflación bajo control. Si un banco central aumenta el tipo de interés, hace que los préstamos sean más caros. Si lo baja, facilita los préstamos, lo que aumenta el gasto y acaba haciendo que las cosas que compras sean más caras.
Al menos, esta es la teoría básica. La realidad es que las cosas son un poco más complejas, pero a menos que estés estudiando para ser economista, esta explicación debería ser suficiente por ahora.
Hay un último lugar en el que los tipos de interés pueden tener un impacto: el mercado de valores. Ya hemos visto que una de las razones por las que un tipo de interés más alto o más bajo puede repercutir en las acciones de una empresa es que influye en el coste que tiene pedir dinero prestado.
Pero hay otra razón que tiene que ver con la inflación. Veamos: los precios de las acciones se fijan a menudo en función de lo que los inversores piensan que hará una empresa en el futuro. Sin embargo, los beneficios que esta empresa obtendrá dentro de un tiempo van a valer menos que hoy debido a la inflación. Esto quiere decir que hay que ganar más dinero para poder igualar la tasa de inflación. Cuanto más alta sea la inflación, menos valdrán los beneficios futuros de una empresa.
Así, cuando la inflación aumenta, el valor de las ganancias futuras de una empresa disminuye, y puede que los inversores decidan vender las acciones que hasta entonces estaban valoradas con respecto a una inflación inferior. En su lugar, podrían invertir en bonos, que pagan una cantidad fija de dinero independientemente de la inflación. Esto puede provocar que caigan las acciones e, incluso, el mercado entero.
Nos estamos metiendo de lleno en política monetaria, así que este es un buen momento para dejarlo por hoy. No te preocupes si no has entendido todo. Los tipos de interés, los bancos centrales y la inflación son temas increíblemente complejos, y hasta los economistas discuten sobre cómo encajan todas estas piezas. Por ahora, recuerda que los tipos de interés repercuten en tu vida y, si inviertes, pueden ser una de las muchas razones por las que el precio de una acción se mueve.