¿Para qué sirven los pockets compartidos?

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Durante años, entendimos nuestras cuentas bancarias de una manera: todo nuestro dinero estaba almacenado en un lugar. Todos nuestros gastos, facturas y cargos de las tarjetas de crédito se deducían de ese lugar.

La revolución de la banca digital lo cambió todo. No obstante, en muchos sentidos, seguimos pensando en nuestras cuentas bancarias de la misma manera a pesar de poder hacer mucho más con ellas. Es difícil imaginar las nuevas capacidades que nos ha aportado el mundo de la banca digital, cuando solo conocemos el sistema antiguo.

Intentemos cambiar un poco esta situación con una función concreta: el pocket compartido.

¿Qué es un pocket compartido?

La idea de un pocket compartido es tan simple que apenas requiere aclaración. Al igual que una cuenta corriente conjunta, un pocket compartido es un espacio en el que tú y otra persona (u otras personas) tenéis acceso al dinero que contiene.

Cualquiera puede poner dinero y cualquiera puede sacar dinero. Bastante fácil, ¿no?

Formas de usar un pocket compartido

El funcionamiento del pocket es sencillo. Sin embargo, encontrar usos creativos puede ser más difícil para quienes estamos acostumbrados a las cuentas bancarias tradicionales. Antes, una cuenta corriente conjunta era un gran paso o compromiso, generalmente reservado para parejas estables o unidas en matrimonio. No abrías una cuenta corriente conjunta con cualquiera.

El pocket compartido está concebido para ser mucho más informal. Como es fácil de crear y disolver, puedes tener un pocket durante años o solo unos días, según tus necesidades, lo que abre un montón de nuevas posibilidades. Por ejemplo:

 

●   Si compartes piso, disponer de un pocket compartido en el que todos ingresen dinero para el alquiler y los servicios de suministros públicos puede ahorrarte mucho estrés. Te permite realizar un seguimiento de quién ha pagado o incluso configurar pagos recurrentes para los gastos previstos, como puede ser el alquiler.

●       Un fondo para fiestas o eventos. Aunque ahora mismo no podamos organizar grandes fiestas, al final lo haremos, y, cuando llegue el momento, poder recolectar dinero para bebidas, comida y entretenimiento en un pocket compartido ahorrará tiempo y energía. Cuando termina la fiesta, el pocket puede disolverse fácilmente.

●   Un espacio entre amigos. Si tienes un amigo con el que sueles salir y constantemente compartís gastos u os enviáis dinero, tener un pocket entre los dos puede ser una forma más fácil y rápida de saldar deudas. Es más personal que enviarse el dinero y, a menudo, más rápido.

Estas son solo algunas ideas. Se trata de pensar con quién más podrías compartir un pocket. Ya no estás sujeto a las viejas reglas y convenciones. Siéntete libre de seguir intercambiando ideas sobre nuevas formas de utilizar los pockets. El único límite es tu imaginación.