Hoy vamos a hablar de una empresa cuyo eslogan ha sido durante mucho tiempo "Das Auto" (el coche): Volkswagen. El fabricante de automóviles alemán, fundado en la Alemania nazi de los años 30, compite ahora con el grupo japonés Toyota por hacerse con el primer puesto mundial.
Cuando se menciona de Volkswagen, pensamos inmediatamente en el símbolo VW o en sus furgonetas, pero Volkswagen es mucho más que eso. El grupo alemán es, en realidad, un enorme conglomerado que incluye muchas marcas diferentes, como Audi, Seat, Skoda o incluso los lujosos y caros Lamborghini, Bentley, Porsche y Bugatti.
El buque insignia de la industria alemana ha tenido sus altibajos en la última década. La empresa pasó por muchos momentos poco afortunados, como su implicación en el escándalo del Dieselgate, que consistía en la manipulación de las pruebas de emisiones contaminantes de sus coches mediante un software fraudulento. Este fue un duro golpe para la empresa, que aún así ha conseguido recuperarse y ahora se está embarcando en una transición a gran escala hacia vehículos totalmente eléctricos.
Teniendo en cuenta la historia de la empresa y los drásticos cambios en la industria automovilística actual, ¿merece la pena invertir en Volkswagen?
Si hubieras invertido en Volkswagen a principios de 2011, habrías ganado dinero. 1.000 euros invertidos en Volkswagen en aquel momento serían unos 1.740 euros hoy en día. Sin embargo, las acciones de Volkswagen han tenido un rendimiento inferior al índice de referencia de las empresas alemanas, el DAX, durante los últimos diez años. Si hubieras invertido la misma cantidad de dinero durante el mismo periodo en este índice, hoy tendrías 2.220 euros.
La razón por la que las acciones de Volkswagen han ido peor en los últimos diez años que el conjunto de empresas que forman el DAX se debe principalmente al escándalo del Dieselgate que golpeó duramente a la empresa en 2015. En su punto álgido, a mediados de marzo de 2015, una acción de la firma alemana valía 255 euros, antes de desplomarse hasta unos 95 euros a principios de octubre de 2015, una pérdida de más del 60% en poco más de seis meses.
Desde entonces, la cotización de Volkswagen se ha recuperado y ya está casi al nivel de los máximos de marzo de 2015, ya que la acción cotiza actualmente en torno a los 210 euros. De hecho, en los últimos doce meses, el fabricante de automóviles ha tenido una evolución en bolsa mucho mejor que la del índice de referencia alemán. Desde julio de 2020, las acciones de Volkswagen han subido alrededor de un 55%, frente a casi un 25% del DAX. Y si comparamos esta evolución con la de su principal competidor, Toyota, VW sigue haciéndolo mejor que la firma japonesa, cuyas acciones subieron alrededor de un 38% en el último año.
El precio de las acciones de Volkswagen se ha comportado bien en la bolsa durante los últimos 12 meses, pero ¿qué pasa con la salud financiera de la empresa? Para averiguarlo, echemos un vistazo al informe de resultados de la empresa alemana.
El fabricante de automóviles es una típica empresa cíclica. Su salud financiera depende en gran medida de la salud de la economía mundial. Cuando la economía va bien, es más probable que la gente compre un coche que cuando las cosas van mal.
Por lo tanto, no es de extrañar que los resultados de Volkswagen sean mejores en el primer semestre de 2021 que un año antes, cuando estalló la pandemia del Covid-19.
Entre el primer semestre de 2020 y su equivalente de 2021, la firma alemana ha incrementado sus ventas en casi un 25%, pasando de 3,7 millones de vehículos vendidos durante el primer semestre de 2020 a más de 4,6 millones vendidos en el mismo periodo de 2021. Este aumento se debe principalmente a la recuperación económica en Europa en el primer semestre de 2021. Las ventas de Volkswagen en la región aumentaron un 33% entre los seis primeros meses de 2020 y el mismo periodo de 2021. La presencia de la compañía también está creciendo en el mercado asiático, donde sus ventas han aumentado más del 16% en un año, gracias sobre todo a los mercados chino (+16,2%) e indio (+102% pero con volúmenes mucho menores).
El mercado asiático se ha convertido en el más importante en términos de volumen de ventas para Volkswagen, y ya supera al de Europa Occidental, con más de dos millones de vehículos vendidos en los primeros seis meses de 2021, frente a algo más de 1,5 millones en Europa Occidental.
Este incremento de las ventas de Volkswagen también conlleva un aumento de los beneficios de la empresa después de impuestos. Si bien es cierto que Volkswagen tuvo unas pérdidas después de impuestos de casi 1.000 millones de dólares en el primer semestre de 2020, la empresa logró compensarlo con creces en el mismo periodo de 2021 con un beneficio después de impuestos de aproximadamente 8.500 millones de dólares.
Entonces, ¿los semáforos vuelven a ponerse en verde para Volkswagen? Con la recuperación del crecimiento económico mundial, el fabricante de automóviles, como empresa cíclica que es, debería lógicamente beneficiarse de ello. Sin embargo, la empresa alemana tendrá que enfrentarse a muchos retos en los próximos años.
El primero de ellos es claramente la transición ecológica. El fabricante de automóviles alemán ha anunciado recientemente que dejará de producir motores de combustión a partir de 2035 para sus modelos europeos. Este anuncio pretende acelerar la transición de la empresa automovilística hacia los vehículos totalmente eléctricos. Llega en un momento en el que, bajo la presión de unas normas anticontaminación cada vez más estrictas, los fabricantes de automóviles de todo el mundo están marcando una agenda para eliminar el motor de combustión.
Pero Volkswagen no es el único fabricante de automóviles que quiere convertir su gama de productos en totalmente eléctrica. Ford, Lotus y Fiat también han anunciado que quieren ser 100% eléctricos en 2030. Volvo, por su parte, espera alcanzar este reto en 2025.
La competencia es, por tanto, feroz en esta industria, así como en el mercado asiático, que, como hemos visto, es ahora el más importante en volumen para Volkswagen. Todos los grandes fabricantes de automóviles quieren aprovechar la oportunidad que ofrece el gran potencial de este mercado, principalmente China e India.
Invertir en Volkswagen hoy supone apostar por si el fabricante de Wolfsburgo saldrá o no vencedor de la revolución energética que está viviendo la industria automovilística mundial, y si logrará aprovechar el tirón del mercado asiático.
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